En artículos anteriores hemos informado de la importancia que la higiene tiene en la salud y desarrollo del bebé.
Además de la higiene corporal, y la higiene de su ropa, debemos tener presente que el calzado está incluido
también dentro del apartado de la higiene.
Una adecuada higiene es señal de salud, y los zapatos serán el principal apoyo de la columna vertebral y sobre el que
se apoyará y desplazará, lo que ayudará al mantenimiento de la salud del niño-a.
A la hora de elegir el calzado para el bebé debemos contemplar estas características:
– Deberá ser cómodo, que permita el movimiento funcional normal de los pies, de materiales naturales, y flexibles.
– El tamaño de los zapatos se debe corresponder con el tamaño del pie del niño-a, ni suelto ni apretado, que tenga una buena sujeción en el talón
y que los dedos queden libres para el movimiento.
– La suela debe ser flexible y consistente cuando los niños-as comienzan a andar y también ligeros.
– Cuando el niño-a es algo mayor lo aconsejable es que la suela de cuero sea doble tanto en la zona del talón como en el antepié.
– El interior del zapato no deberá tener dobleces ni costuras que pudieran dañarle o molestarle.
– El material del zapato deberá ser de materiales naturales y transpirables para evitar el exceso de sudoración.
La higiene del calzado debe contemplarse como la higiene de la ropa, por lo que hay que mantenerlos siempre limpios,
tanto por fuera como por dentro.
Sobre la autora
Escrito por Tere en Bebés y Niños