Hemos descrito en un artículo anterior las características del sueño y como las necesidades del sueño de
los bebés van cambiando a medida que van creciendo.
En este artículo hacemos una descripción de la etapa que comprende a partir del primer año de vida y
hasta los cuatro años.
Al llegar al año de vida el bebé pasa más tiempo despierto, tiene afán por explorar todo lo que le rodea, pasa más tiempo despierto y por
lo tanto su ritmo y necesidades de sueño han cambiado.
Los bebés más tranquilos no suelen resistirse al momento de la siesta, en cambio los bebés muy activos se resisten a dormir la siesta.
Normalmente durante este tiempo y hasta llegar a los tres años suelen dormir una siesta durante el día después del almuerzo.
Estas necesidades de sueño suelen mantenerla hasta los tres años, ya que llegado el momento de incorporarse a la Escuela Infantil su ritmo de
vida cambia y algunos no pueden hacer la siesta.
Al caer la tarde, los niños como no han dormido la siesta y han madrugado para ir a la Escuela necesitaran acostarse
a dormir más temprano para así estar más descansados al llegar la mañana.
Es necesario que duerman un mínimo de 10- 12 horas nocturnas para que se sientan descansados.
Estas necesidades de sueño suelen mantenerse según vayan creciendo aunque también dependerá de las características de cada niño-a,
y de los hábitos o rutinas que en casa se establezcan.
Lo ideal sería que pudieran mantener la siesta, hacer una siesta de al menos treinta minutos al volver de la Escuela y
en caso de que asista a ella en jornada continua.
Los niños-as no se dan cuenta que necesitan descansar y se entretienen con cualquier actividad.
Sobre la autora
Escrito por Tere en Bebés y Niños