Se produce cuando hay un desequilibrio entre la actividad y el descanso.
Como consecuencia de esto aparece el agotamiento corporal o psíquico.
Existen dos tipos de fatiga, la muscular y la psíquica.
Los niños-as desde que nacen, se muestran activos y esta característica es
inherente a su propia naturaleza a la vez que asociada a su condición de persona.
El niño-a muestra actividad física cuando corre, anda, salta, pinta…
Su actividad mental la desarrolla cuando utiliza el razonamiento para analizar,
comparar o cualquier otra actividad en la que utilice el pensamiento.
En este periodo de crecimiento el pensamiento del niño-a no le permite saber
acerca de las características de un objeto sin verlo,tocarlo, manipularlo, por lo que
tanto la actividad física como la mental están asociadas.
Para evitar que el niño llegue a la fatiga es importante facilitarle un equilibrio
entre la actividad y el descanso.
El descanso no siempre tenemos que asociarlo al sueño o reposo podemos lograrlo
realizando con el niño-a actividades que le resulten diferentes o más relajadas.
Sobre la autora
Escrito por Tere en Bebés y Niños