Las alcachofas son hortalizas que pertenecen a la familia de las Asteráceas, son originarias del Norte de África donde se concentra
el mayor porcentaje de producción.
También son muy cultivadas en los países del Mediterráneo.
Son el fruto de la planta denominada alcachofera y son las flores de la alcachofera antes de abrir.
Hay varios tipos de alcachofas dependiendo del lugar en el que son cultivadas, varían tanto en su forma como en su color.
En cuanto a su forma pueden ser redondas u ovaladas, y en cuanto al color pueden ser, verdes, violetas o moradas.
En España la variedad que más se cultiva es la Blanca de Tudela, que es de color verde, también se cultivan otras especies en Murcia y Alicante, como
la variedad Violeta de Provenza.
Aunque su mejor época es en Otoño, en primavera también podemos encontrarlas, estas serán ya las últimas de la temporada.
A la hora de comprarlas es conveniente fijarnos en su aspecto que deberá ser firme con las hojas cerradas y que mantenga el color verde claro, y sus hojas
deberán resultar crujientes al apretarlas.
Podemos distinguir que las alcachofas no están frescas o tiernas cuando veamos alcachofas que tienen tonos marrones en sus hojas, y además las
hojas están abiertas, esto será señal de que están pasadas de fecha.
Son muchos los beneficios que a esta hortaliza se le atribuyen tanto nutritivos como medicinales.
Con las alcachofas podemos elaborar exquisitas y variadas recetas, también acompañan bien a las ensaladas, los platos de verduras, arroces, pastas, recetas con
pescado, carnes, huevos.
Sí compramos alcachofas y no las vamos a cocinar en el momento, podemos conservarlas en la nevera dentro de una bolsa de plástico hasta una semana.
También podemos cocinarlas, y congelarlas, así las tenemos a mano para preparar alguna receta en cualquier momento.
Imagen / Raúl Hernández González
Sobre la autora
Escrito por Tere en Nutrición y alimentos