Falta poco para que comience el verano y con la llegada de los tiempos cálidos se inundan los mercados
de esta refrescante y deliciosa fruta.
La temporada del melón abarca desde el verano hasta finales de septiembre aunque hay una variedad de melón de invierno.
El melón de invierno se diferencia de la variedad de verano en que es menos aromático que el melón de
verano además de que su piel es más dura.
Las propiedades que contiene el melón son las siguientes.
– Es una fruta rica en agua, fibra y potasio.
– Vitaminas A, B, C.
– Laxantes.
– Diuréticas.
La cantidad de agua que esta fruta contiene la convierte en ideal para calmar la sed los días calurosos del verano
sobre todo cuando lo consumimos frío.
A la hora de comprar melones para saber sí están maduros, debemos presionar por la parte superior e inferior, y debemos notar que cede ligeramente.
Una vez que lo compremos podemos dejarlo fuera de la nevera y abrirlo en el momento en que vayamos a consumirlo.
Después de haberlo partido debemos guardar el melón restante en la nevera para que no se estropee.
Es conveniente guardarlo en la nevera cerrado con film o en una bolsa de plástico.
El melón podemos consumirlo simplemente como fruta, en zumos, batidos, o acompañando diversos platos como ensaladas,
en aperitivos acompañando platos salados como el melón con jamón.
Las variedades de melón que podemos encontrar en los mercados son las siguientes:
melón Cantalupo, el melón amarillo, melón verde o piel de sapo, Haogen y melón Galia.
Sobre la autora
Escrito por Tere en Nutrición y alimentos