Ya nos encontramos en primavera y aunque aún el tiempo no acaba de estabilizarse para corresponderse con esta estación parece que poco a poco los días van siendo algo más calentitos.
Hay más horas de luz, cambios de horario, temperaturas más elevadas, pasamos más tiempo fuera de casa, nos acostamos tarde.
Con todos estos cambios deberíamos sentirnos bien sin embargo te preguntaras porqué en lugar de encontrarte bien y con mucho más ánimo para hacer las cosas y salir a la calle te encuentras sin ánimos.
Algunas personas son más sensibles que otras ante los cambios estacionales, y esto sucede porque nuestro organismo se adapta mal a los cambios estacionales.
La entrada a la primavera trae consigo cambios a los que nuestro organismo debe adaptarse y nuestras hormonas también.
Ante estos cambios nuestras hormonas pueden resultar alteradas en su producción, con lo que posiblemente notaremos algunos síntomas que pueden alertarnos de que algo no va bien.
La astenia es un trastorno pasajero en el que se acusan varios síntomas que a continuación citamos.
Síntomas de astenia
– Debilidad muscular.
– Agotamiento.
– Cansancio.
– Fatiga.
– Alteraciones del sueño.
– Más sueño que de costumbre.
– Dolor de cabeza.
– Irritabilidad.
– Estado de tristeza sin motivo.
Como hemos dicho anteriormente la astenia es un trastorno pasajero, si acaso perdurara o sospecharas que pudiera ser otra la causa, deberás consultar con tú médico.
Consejos para prevenir la astenia
Aunque este artículo lo hemos dedicado a la astenia primaveral, en otoño también pueden acusarse estados de astenia que cursan con los mismos síntomas.
Lo aconsejable para que la entrada a la primavera y a los cambios estacionales nos pille en buena forma es llevar una vida lo más saludable posible y durante todo el año.
– Dieta sana y equilibrada.
– Ejercicio físico diario, moderado.
– Llevar un ritmo de vida lo más ordenado posible sobre todo en cuanto a horarios fijos de comida.
– Respetar las horas de sueño y de descanso.
– Evitar el estrés.
– Evitar el tabaco y el alcohol.
– Evitar las bebidas estimulantes y azucaradas.
– Tomar algún suplemento natural que contribuya a darnos energía como el polen, la jalea real, el propóleo.
– Tomar infusiones que fortalezcan nuestro sistema inmunológico como la equinácea, hojas de guayaba.
Sobre la autora
Escrito por Tere en Pellizcos de salud