La leche frita es un postre típico de Semana Santa aunque está igual de apetecible en cualquier época del año. En verano le queda muy bien acompañarlo con helado de vainilla o helado de dulce de leche. Se puede consumir tanto en caliente como en frío. Este dulce de leche y harina es típico en muchas regiones de España aunque muchos datos lo sitúan en el Norte de España. Es un postre muy fácil de preparar desde aquí te animamos a prepararlo.

Ingredientes: Un litro y medio de leche, la piel de un limón, la piel de una naranja, 4 yemas de huevo, un palito de canela, 250 gramos de azúcar, 120 gramos de maizena, un huevo para rebozar, harina para rebozar, aceite de girasol en cantidad suficiente para freir.

Elaboración: Ponemos en un cazo el litro y cuarto de leche, el palito de canela, la piel de la naranja, la piel del limón. Lo ponemos al fuego a calentar.

Batimos las yemas de huevo y las mezclamos con la maizena y el otro cuarto de leche que teníamos reservado y lo añadimos a lo anterior cuando esté bien caliente. Removemos todo junto a fuego suave hasta que se forme una mezcla consistente. Retiramos del fuego, lo ponemos en un recipiente hondo y lo dejamos enfriar. Una vez frío lo metemos en el frigorífico unas dos horas hasta que lo veamos que ha endurecido. Desmoldamos la masa despegándola por los bordes y volcándola sobre una bandeja. Podemos cortarla en trozos cuadrados o ayudados por un cortapasta y darle la forma que queramos.

Ponemos aceite a calentar en una sartén. Pasamos primero por harina los trozos de leche frita y luego por el huevo batido y vamos friéndolos. Ponemos papel absorvente en una bandeja para ir colocando la leche frita y que escurra el aceite.

La leche frita podemos presentarla acompañada con miel, con unas bolas de helado de vainilla, azúcar glass, nata o espolvoreada de canela. Al gusto del consumidor. Para las personas que estén cuidando su dieta podemos hacer esta receta un poco más light sustituyendo la leche entera por leche desnatada.

«Buen provecho»